En los tiempos que corren el tránsito se incrementa cada día más estimulado por el avance técnico-científico. Las ciudades crecen y la congestión de vehículos se hace notar cada vez más en calles y rutas a lo largo de todo el país. A partir de esta realidad sería conveniente tomar en cuenta pautas de seguridad, que sin lugar a dudas todos conocen, pero que son unos pocos quienes las ponen en práctica.
Sabiendo que 90% de los accidentes ocurren por actos inseguros, o sea fallas humanas, sólo el 7% por desperfectos mecánicos y un 3% por factores externos, ya sea inclemencias del tiempo, lluvia, nieblas, granizo, tal vez haría falta que la población se sentara a recapacitar porque ocurren tantos accidentes, que pensáramos de una vez y para siempre que la vida tanto propia como ajena tiene un valor, que debemos aprender a querernos y respetarnos más.
Para tratar de ordenar el tránsito debemos tener en cuenta a todos los que conformamos y somos actores principales en el escenario de la vía pública: entre los que contamos a peatones y conductores, y dentro de este segundo grupo se encuentran ciclista, motoqueros y conductores de vehículos.
El peatón es toda a toda persona usuaria de la vía pública, que se desplaza por la misma sin necesidad de medios de movilidad. Peatón es pues, quien circula a pie.
El Peatón está expuesto a constantes peligros de accidentes de tránsito. La causa principal, como en casi la mayoría de los accidentes, es el exceso de confianza.
Toda insistencia no es obsesiva cuando se trata de educar principalmente a un niño en la forma correcta de transitar por la vía pública, a través de la repetición se logrará formar en su conciencia hábitos específicos para que él logre moverse con naturalidad, pero a su vez con seguridad en la calle.
Tanto los peatones como los vehículos deben someterse a reglas y normas que permitan el ordenamiento de la circulación como medida de seguridad.
La seguridad general está regida por el Código de Tránsito y por ordenanzas Municipales, todos deberíamos conocer su contenido, aprender y respetar las normas de tránsito, buscando de esta manera ser más prudentes en nuestros actos.
El ciclista es aquel que utiliza como medio de transporte su bicicleta, para la mayoría éste a sido el primer medio de transporte, pero se deben tener en cuenta normas de tránsito para que el ciclista sea un conductor seguro. Las normas del ciclista son similares a las del conductor de vehículos automotores. Las experiencias ya vividas como ciclistas son “vivencias” que permitirán al futuro conductor moverse con seguridad, sensatez y prudencia, por haber vivido, conocido y acatado las exigencias necesarias para su normal circulación.
El ciclista “bien educado” transitará por las calles y rutas sin problemas, pero el ciclista que no respeta las normas, se convierte automáticamente en un estorbo para la circulación del tránsito.
La bicicleta es un vehículo y como tal debe ser cuidado y revisado constantemente. Antes de conducir una bicicleta se debe estar seguro de que los frenos son eficaces, los neumáticos se encuentran bien conservados y con la presión adecuada, que los espejos retrovisores están ubicados convenientemente. No está demás si se transita en horarios de noche o madrugada adicionar en la parte trasera y delantera de la bicicleta alguna señal lumínica. También es importante la vestimenta del ciclista, que debe ser clara, o refractaria para ser visto en todo momento, más aún si se transita en horarios nocturnos, o por rutas.
Todo ciclista debe adquirir conocimientos del mecanismo de su bicicleta y estar capacitado para reparar los desperfectos que se le presenten, debe igualmente tomar precauciones y si surgiera algún inconveniente subsanarlo en un lugar seguro, alejado del tránsito.
Los conductores de automóviles deberían manejar siempre a la defensiva, manteniendo siempre una serie de buenos hábitos mediantes los cuales se llega a evitar colisiones, atropellos, vuelcos, y toda clase de accidentes de tránsito. Así entonces, manejar a la defensiva consiste en conducir, previendo todas las situaciones de peligro ocasionadas en la vía pública.
Esto peligros pueden ser originados por: