Educación Vial

Educación Vial

¿Cuántas veces nos espantamos por los accidentes de tránsito?, ¿Cuántas veces fuimos víctimas del tránsito?, ¿Cuántas veces nos quejamos del peatón ó del automovilista – según fuera nuestra condición-¿, ¿Cuáles son los derechos y cuáles nuestras obligaciones?, ¿Cómo fuimos educados al respecto?

La respuesta de esta última pregunta tiene una sola y lamentable respuesta:

No fuimos educados al respecto.

Este gravisimo problema, la falta de cultura vial se traduce en los accidentes reiterados y la desorganización del tránsito, dos de los grandes problemas que debemos enfrentar todos, día tras día.

Nunca estaremos exentos de la “distracción”, pero si tendemos a incorporar en los niños los concepto básicos de Vialidad a lo largo de toda su enseñanza, paulatinamente conseguiremos adultos conscientes, que estarán en condiciones culturales de acotar el peligro. Habremos así erradicado el concepto de irresponsabilidad.

Un lenguaje llano, claro y la posibilidad de aprender jugando, con acertijos que nos obliguen a poner en funcionamiento su capacidad de dicernir y si pudiera darse una ejercitación cotidiana de la materia en la escuela, hará que los conceptos permanezcan luego en el adulto ya formado. Los niños así educados, estos “futuros ciudadanos”, aprenderán a manejarse con sensatez, prudencia, tolerancia y respeto.

La educación vial debería comenzar desde el Jardín de infantes y la escuela primaria, junto a los demás conocimientos que van moldeando la personalidad y preparando al niño para el desempeño de sus funciones.

¿Qué objetivos busca la educación vial?

Busca niños libres, con capacidad para distinguir lo posible de lo peligroso, niños que incorporen naturalmente la facilidad de reconocer las señales de tránsito, – que para muchos adultos hoy en día pasan a ser parte del paisaje -, y aprendan a manejarse con ellas.

La educación vial por sus características, más que una materia de información es eminentemente una materia formativa, ya que se compromete a una conducta adecuada, justa y prudente que no sólo se manifestará en las calles o rutas, sino que formará parte del patrimonio ético de cada persona.

Es así como através de la educación vial un maestro puede tomar esta materia como base para el aprendizaje de conceptos mucho más amplios como ser : “el respeto” y “la consideración”, valores fundamentales en la escencia de una persona.

Con una enseñanza desde la escuela se podrá proporcionar a los niños medios suficientes para que el adulto en potencia incorpore hábitos de camaradería, caballerosidad y sensatez, lo que le servirá de valioso elemento en su comportamiento futuro.

¿Qué nos da la educación vial?

“Forma una conciencia vial que deriva en usuarios de la vía pública disciplinados y seguros, hacia una sociedad tranquila, autoprotegida y feliz”……….
“Previene los accidentes de tránsitos”…………
“Logra un adecuado conocimiento de la materia mediante informaciones teórico-prácticas que se encaminen hacia la Conciencia Vial”………..
“Logra que el niño asuma actitudes responsables, con sensatez, prudencia, tolerancia y respeto hacia los demás”
“Logra un buen comportamiento en el rol que deba asumir, peatón, conductor, pasajero”.

La Educación Vial es una materia en la que no basta informar contenidos, lo más importante es la adquisión de reglas que serán incorporadas como hábitos y normas de conductas específicas, no sólo en los niños, sino también en el adulto.

En las calles existen múltiples problemas de choques, los diarios y noticieros ya no sorprenden cuando cada día cuentan la cantidad de muertes por accidentes de tránsito. El objetivo fundamental es formar usuarios de la via pública, seguros, dispuestos a afrontar los pormenores de tránsito con juicio, consideración y sensatez.

Los padres –actores importantísimos en la educación de los niños – deben ser el elemento más importante de incentivación en la educación vial de sus hijos, mediante el buen ejemplo diario de las normas de tránsito, bien entendidas y acatadas.

Otro punto a tener en cuenta por los señores Papás y Mamás que llevan a sus hijos en automóvil los cuales siempre deben llevar su cinturón de seguridad puesto (eduquemos con el ejemplo), tengan en cuenta que los niños SIEMPRE deben ir sentados en el asiento trasero llevando su correspondiente cinturón de seguridad, en caso de un accidente siempre estarán más resguardados.

La educación vial se basa concretamente en la enseñanza de símbolos, al niño hay que enseñarle que el símbolo es la “comprensión de información”. Tan clara es la función del símbolo que ni siquiera es necesario saber leer, lo universaliza la posibilidad de aprenderlos. Es por eso que conociendo los colores y diferenciando las formas, puede saberse fácilmente que indican.

La señalización: Dentro de la Seguridad Vial, el señalamiento tiene un papel fundamental, son las SEÑALES VIALES los únicos elementos visuales que, ubicados covenientemente, orientan y previenen.

“Las señales de tránsito deben ser respetadas”, todos deberíamos conocerlas, intepretarlas, acatarlas y contribuir a su conservación.

La educación vial busca la responsabilidad vial, por lo que su enseñanza debe orientarse al conocimiento y respeto de sus indicaciones: donde se han colocado tienen un propósito

EVITAR ACCIDENTES Y PRESERVAR LA VIDA HUMANA

Quien conduce a una velocidad impetuosa dificilmente reparara en una señal de tránsito, tal vez las conozca, pero no lo toma en cuenta.

Es por eso que pienso como madre, que la personita que más amo, puede ser una víctima más, y temo día tras día el desenvolvimiento de mi hijo ante la jungla que es la calle, si bien le he brindado muchas herramientas para cuidarse, y he hablado tanto de su seguridad , creo necesario que se comience a dar Educación Vial en los colegios, desde el jardin de infantes, nuestros hijos son el futuro, apostemos a que ellos tengan más respeto por la vida.



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